Imagina una mamá que al nacer su bebé se topa con un obstáculo que no le permite cumplir su deseo de alimentarlo de manera exclusiva con leche materna.
Algo así es muy frustrante para una nueva mamá, más cuando se ha preparado, leído, visto videos, o incluso ha tenido una lactancia anterior sin problemas.
Podemos toparnos con situaciones no previstas que no nos permiten cumplir nuestra meta de lactancia y necesitar suplementar con fórmula por unos días, por unas semanas o tal vez a largo plazo.
La leche materna es y será siempre el mejor alimento para nuestros bebés,
pero cuando la leche de mamá no es suficiente, y no contamos con un banco de leche humana que nos pueda proporcionar esa leche adicional que necesitamos tenemos que echar mano de las temidas fórmulas.
Pero debes recordar siempre que un poco de leche materna siempre será mejor que nada,
ninguna fórmula va a tener lo que contiene tu leche, los anticuerpos, las enzimas, hormonas, la calidad de ácidos grasos, la proporción de nutrientes.
La leche materna es un líquido vivo, especialmente diseñado para nuestros bebés, y no hay alimento más perfecto para ellos.
Si le das 50% de tu leche y 50% de fórmula, no te pongas triste por el 50% que te esta faltando, ponte feliz por el 50% que sí le estas dando, porque en ese 50% van todas esas cosas que ninguna fórmula le podrá dar y que tu sí.
Dra. Aby Félix